SUBOFICIAL MAYOR RASO, NUEVO ENCARGADO DE ESCUELA

En la Plaza de Armas del instituto, tuvo lugar la puesta en posición del encargado de escuela, mediante el cual, el suboficial mayor Rodríguez hizo entrega del cargo. Así fue como en una emocionante ceremonia, el director del instituto, coronel Ledesma Couto, entregó formalmente el famoso cordón de Tuyutí al suboficial mayor Raso.

“Es honorable lucir con orgullo está distinción y por sobre todo, llevar a cabo la trascendental función designada.” Por eso, queremos contarte más acerca de nuestro nuevo encargado de escuela, Marcelo Sebastián Raso.

Nacido en la provincia de Buenos Aires, en la ciudad de Temperley. Su primer contacto con el mundo militar surgió debido a que tuvo la oportunidad de formarse en el Liceo Aeronáutico Militar en Rosario, Santa Fe durante tres años. Este suceso, despertó en él un sentimiento de vocación que lo llevó a tomar la iniciativa de comenzar su carrera militar. Decidido a seguir sus sueños, ingresó a la Escuela de Suboficiales del Ejército “Sargento Cabral” en el año 1990.

Fue aspirante del arma de Caballería, eligió esta arma porque se vio atraído por los tanques y la movilidad en combate, logrando así egresarse en el año 1992.

Ser suboficial lo llena de orgullo y es una carrera que lo hace feliz. Entre sus opciones, eligió formarse en la Escuela de Suboficiales porque siempre se vio atraído por el uniforme y las armas, al momento de ingresar se dio cuenta de lo mucho que lo apasionaba.

Luego de su egreso, su primer destino fue el Regimiento de Caballería de Tanques 2 “Lanceros General Paz” en la ciudad Olavarría, provincia de Buenos Aires, donde estuvo cuatro años y se desempeñó como apuntador y conductor de tanque.

En el Colegio Militar de la Nación, pudo realizar el curso de adiestramiento físico y educación física que lo ayudó a dictar clases en las unidades y también, ese mismo año, realizó el curso de operador de radar RASIT.

Como próximo destino, se vio encaminado a la Escuela de Suboficiales del Ejército “Sargento Cabral” donde estuvo por nueve años en su primera etapa, logrando desempeñarse como encargado de curso y encargado de sala de armas.

Posteriormente, fue destinado al Estado Mayor General del Ejército donde estuvo ocho años en la Dirección General de Planes, Programas y Presupuestos que le permitió llegar a su próximo destino, la subjefatura del Estado Mayor donde estuvo por dos años.

Pasó esos diez años con muchas intenciones y ganas de volver a la Escuela de Suboficiales de la que él se había ido con el grado de sargento en su último año.

Con mucho esfuerzo y dedicación, regresó a la Escuela de Suboficiales del Ejército “Sargento Cabral” donde se desempeñó como suboficial superior, ayudante del director un año y luego, siguiendo su camino soñado logró ser encargado del Escuadrón de Caballería, encargado de la Agrupación Armas, encargado del Cuerpo de Aspirantes y este año logró ser nombrado como encargado de elemento de la escuela. Su intención y mayor logro, es apuntar al bienestar de sus subalternos, conociendo la intensidad y el desafío que esta carrera requiere.

El mensaje que nuestro encargado de elemento quiere dejarles a los aspirantes es que la carrera militar es una carrera noble, hermosa, acompañada de la vocación de servir y que estén dispuestos a aceptar los nuevos desafíos. Día tras día, la carrera militar es un desafío en el que cada uno se va probando mediante actividades operacionales, intelectuales, físicas y distintos cursos.

La superación con uno mismo es un rol que se pone a prueba constantemente y que nos prepara para la vida, nada podría haber sido sin el apoyo de su familia y sus camaradas.

Ser encargado de elemento del instituto que lo formó desde sus principios, lo llena de orgullo y es un broche de oro para su carrera militar.